
.
Estamos aquí hoy para que escuches nuestro ruego, pero esta vez Señor, aunque es una fecha especial por el DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER, no te pediremos por ellas, te pediremos por nosotros los hombres.
Y cómo pedírtelo Señor, si a nuestra especie tú ya le diste todo, porque si existe un ser que todo lo tiene, podemos decir que ése es el hombre; tiene una MADRE que es MUJER, o una MUJER que es MADRE, que le da vida desde que es concebido y, si es posible, lo sigue haciendo hasta el último segundo de su existencia; primero pusiste una mujer, para que nos enseñe a tener Fe y sea la que nos lleve a conocerte, es una mujer la que nos enseñó de niños lo profundo del cariño, es una mujer que con su ejemplo nos predica los valores; a ser solidarios, a luchar por un sueño, a tener esperanza, a respetar a los demás; nos has dado tanto Señor, que estamos convencidos que aunque estemos bajo el hielo más intenso, sólo recordando la profundidad de su mirada sentiremos otra vez calor, y es con una mujer que nos diste todas las oportunidades para nunca estar solos; ella es madre, ella es amiga, ella es hermana, ella es confianza.
.

.
Y no contento con ello, hiciste que la mujer, aunque algunas veces, se vea sumisa, y en otras luchadora o aguerrida, además sea un monumento a la paciencia, sea manantial de tolerancia, eterna primavera de emociones, sólo ella, llegado el momento, es capaz de dar un paso atrás, renunciando a sus sueños más individuales y a sus aspiraciones materiales más personales.
.
No, querido Señor todopoderoso, cómo podríamos pedirte aún más para nosotros los hombres, si con ellas, las mujeres, tú ya nos lo diste todo.
.

.
Por ello Señor, estamos aquí para decir y reconocer con humildad que tú no nos has fallado, que tampoco la mujer te ha fallado, que ella no nos ha fallado. Y que somos nosotros, los hombres, los que sí te hemos fallado.
.
Por eso, Señor, a pesar de todo, queremos pedirte por nosotros, por todos los que estamos aquí reunidos y por todos aquellos que hoy a diferencia de una gran mayoría de hombres, sí tuvieron la suerte de vivir todo lo que se puede por una mujer, tal cual tú lo soñaste; para que nos ilumines y nos hagas reconocer, y revelarnos, de una vez por todas y, para siempre, CUÁL ES NUESTRA RESPONSABILIDAD SOCIAL QUE TENEMOS CON ELLAS, cuál es nuestro verdadero rol en esta sociedad, que tan generosamente creaste, y que la conciencia y cultura colectiva que desarrollemos para con las mujeres sea para ellas nuestro mejor homenaje y para ti nuestra mejor veneración.
.
Te pedimos que nos hagas comprender, ¿por qué habiendo ellas hecho y dado tanto por nosotros los hombres, aún nosotros damos tan poco para con ellas?. ¿Será Señor que hay un mensaje y una misión expresa tuya detrás, para esta generación, que es la que nos dice que seamos los líderes de asumir y promover un mejor y equitativo rol de géneros?. ¿Que hoy nos has escogido para conducir y para promover la CENSURA SOCIAL o la CORRECCIÓN FRATERNA a uno de nosotros o de nuestra especie cuando no valora o cuando maltrata a una mujer, postergando así el desarrollo humano que tú diseñaste y nos encargaste hacer realidad?. Te pedimos Señor, que nos des la fuerza para reconocernos como hombres de paso en esta historia de la humanidad, cuya misión es entregar nuestras vidas al servicio de las generaciones futuras, y en ese sentido, que sepamos predicar con el ejemplo en nuestro trato a nuestras mujeres.
.

.
Entonces Señor, si todo eso lo sabemos y lo reconocemos abiertamente te pedimos que nos des ese último don que nos lleve a acabar para siempre con esta larga e injusta corriente y podamos empezar esa nueva historia que siempre quisiste para este paraíso que creaste llamado sociedad.
.

.
Así sea, Señor.
Autoría
BENITO D. CERVANTES QUIRÓZ
Autoría
BENITO D. CERVANTES QUIRÓZ
ABOGADO - DOCENTE UNIVERSITARIO
AUTOR Y PROMOTOR
AUTOR Y PROMOTOR
TEORÍA DE LA PREVENCIÓN CIENTÍFICO-SOCIAL DEL DELITO