miércoles, 24 de noviembre de 2010

DÍA INTERNACIONAL DE LA ELIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER

SEÑOR, ...

Estamos aquí hoy para que escuches nuestro ruego, pero esta vez Señor, aunque es una fecha especial por el DÍA INTERNACIONAL DE LA ELIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER, no te pediremos por ellas, te pediremos por nosotros los hombres.

Y cómo pedírtelo Señor, si a nuestra especie tú ya le diste todo, porque si existe un ser que todo lo tiene, podemos decir que ése es el hombre; tiene una MADRE que es MUJER, o una MUJER que es MADRE, que le da vida desde que es concebido y, si es posible, lo sigue haciendo hasta el último segundo de su existencia; primero pusiste una mujer, para que nos enseñe a tener Fe y sea la que nos lleve a conocerte, es una mujer la que nos enseñó de niños lo profundo del cariño, es una mujer que con su ejemplo nos predica los valores; a ser solidarios, a luchar por un sueño, a tener esperanza, a respetar a los demás; nos has dado tanto Señor, que estamos convencidos que aunque estemos bajo el hielo más intenso, sólo recordando la profundidad de su mirada sentiremos otra vez calor, y es con una mujer que nos diste todas las oportunidades para nunca estar solos; ella es madre, ella es amiga, ella es hermana, ella es confianza.

Hiciste fluir la sangre en sus venas y llenaste sus pechos de vida para que nos alimentemos, pusiste inmensos mares de emoción y aliento en su corazón, y sobre ellos, infinitos torrentes de caricias, y dibujaste en la profundidad de su mirada una ternura indescriptible e ilimitada.  Y nos diste Señor, una mujer con todos las caricias posibles, de riqueza infinita, desde las que nacen de sus manos, hasta las que se sienten cuando pronuncia una palabra, y toda la abundancia se hace posible cuando una mujer esta a nuestro lado.  Hiciste que nosotros, los hombres, nos instalásemos en el corazón de ellas, para que con oración, te lleven nuestros mejores sueños y tú los conviertas en realidad.

Y no contento con ello, hiciste que la mujer, aunque algunas veces se vea sumisa, y en otras luchadora o aguerrida, además sea un monumento a la paciencia, sea manantial de tolerancia, eterna primavera de emociones, sólo ella, llegado el momento, es capaz de dar un paso atrás, renunciando a sus sueños más individuales y a sus aspiraciones materiales más personales.

No, querido Señor todopoderoso, cómo podríamos pedirte aún más para nosotros los hombres, si con ellas, las mujeres, tú ya nos lo diste todo.

Sin embargo, y a pesar de todo lo que con ellas nos diste, nosotros, es decir esta especie de hombres, no lo ha sabido, ni lo ha podido aprovechar para convivir con equidad; no hemos sabido ni hemos podido lograr, que toda esa abundancia y generosidad con la que nos has bendecido haya servido para darle el lugar que ellas se merecen, porque increíblemente y a pesar de todo lo recibido, hoy todavía somos considerados, aunque sea imposible de comprender, una sociedad de machos.

Por ello Señor, estamos aquí para decir y reconocer con humildad que tú no nos has fallado, que tampoco la mujer te ha fallado, que ella no nos ha fallado.  Y que somos nosotros los hombres los que sí te hemos fallado.

Por eso, Señor, a pesar de todo queremos pedirte por nosotros, por todos los que estamos aquí reunidos y por todos aquellos que hoy a diferencia de una gran mayoría de hombres sí tuvieron la suerte de vivir todo lo que se puede por una mujer, tal cual tú lo soñaste; para que nos ilumines y nos hagas reconocer, y revelarnos, de una vez por todas y para siempre, CUÁL ES NUESTRA RESPONSABILIDAD SOCIAL QUE TENEMOS CON ELLAS, cuál es nuestro verdadero rol en esta sociedad que tan generosamente creaste, y que la conciencia y cultura colectiva que desarrollemos para con las mujeres sea para ellas nuestro mejor homenaje y para ti nuestra mejor veneración.

Te pedimos que nos hagas comprender, ¿por qué habiendo ellas hecho y dado tanto por nosotros los hombres, aún nosotros damos tan poco para con ellas?. ¿Será Señor que hay un mensaje y una misión expresa tuya detrás, para esta generación, que es la que nos dice que seamos los líderes de asumir y promover un mejor y equitativo rol de géneros?. ¿Que hoy nos has escogido, para conducir y para promover la CENSURA SOCIAL o la CORRECCIÓN FRATERNA a uno de nosotros o de nuestra especie cuando no valora o cuando maltrata a una mujer, postergando así el desarrollo humano que tú diseñaste y nos encargaste hacer realidad?. Te pedimos Señor, que nos des la fuerza para reconocernos como hombres de paso en esta historia de la humanidad, cuya misión es entregar nuestras vidas al servicio de las generaciones futuras, y en ese sentido, que sepamos predicar con el ejemplo en nuestro trato a nuestras mujeres.

Señor, sabemos que la tarea no es fácil, son tantos años que hemos fallado, que esta casi en nuestros cromosomas, en nuestros genes, pero nunca es tarde y lo sabes.  Aún estamos a tiempo si es que nos decidimos aquí y ahora, todos, en cada uno de nuestros campos de acción, a cambiar ese equivocado destino común para siempre, lo sabemos Señor, hemos maltratado a la mujer, no les hemos dado su lugar, hemos jugado con sus sueños, hemos violado sus esperanzas, hemos sido indiferentes con sus emociones, y ello a nada nos ha conducido; lo sabemos, y lo hemos venido haciendo desde hace tanto tiempo Señor, que hoy es común ver que nuestros niños ya juegan a hacer lo mismo que nosotros hacemos.

Entonces Señor, si todo eso lo sabemos y lo reconocemos abiertamente te pedimos que nos des ese último don que nos lleve a acabar para siempre con esta larga e injusta corriente y podamos empezar esa nueva historia que siempre quisiste para este paraíso que creaste llamado sociedad.

Báñanos Señor con una lluvia de bendiciones de humildad infinita, de generosidad, de solidaridad, de fortaleza de espíritu, de inteligencia, sobre todo, de perseverancia y actitud vigilante, para enfrentar a todas las fuerzas del mal que se desplegarán en esta lucha que nos convoca, especialmente las que nacen y reviven de nosotros mismos. SEÑOR TE PEDIMOS HOY POR NOSOTROS, LOS MACHOS, QUE HAS ELEGIDO PARA SER LOS NOBLES CABALLEROS DE ESTA GRAN BATALLA, y por ello te prometemos darlo todo y entregarlo todo para que un día, cuando ya no estemos, nuestros hijos le puedan contar a sus hijos y a sus nietos, que hubo una época en la que finalmente llegó el crisol de la conciencia y cultura colectiva, ese mundo de paisajes y equilibrios que tú soñaste y nos lo entregaste, y que esta generación de hombres se encargaron de hacerlo florecer.


Así sea, Señor.

2 comentarios: